A mediados del 2011, la Administración de información de Energía de Estados Unidos encargó a una reconocida consultora un reporte inicial sobre el potencial de recursos shales en el mundo. En él se seleccionaron los recursos de shales más prospectivos en un grupo selecto de paises que puedan demostrar ciertas condiciones para desarrollar en el corto/mediano plazo la explotación de este recurso.
El mismo coloca a Argentina como el tercer país en el mundo con mayor cantidad de recursos recuperables de gas, con un volumen de 774 TCF (trillones de pies cúbicos), equivalente a más de 500 años de consumo actual de gas. Asimismo, coloca a la Argentina dentro del grupo de países con gran volumen estimado de recurso shale gas que poseen una infraestructura de producción y transporte suficientemente desarrollada como para convertir en el corto plazo estos recursos en reservas. Entre los países que comparten estas características se encuentran Canada, México, China, entre otros.
El reporte identifica dentro del territorio Argentino, cuatro cuencas con alto potencial de recursos shale gas, con un total de 7 formaciones shales con potencial de producción de gas. Dentro de ellas se destacan en particular las formaciones Los Molles y Vaca Muerta en la Cuenca Neuquina, que en su conjunto (cerca de 400 TCF de recursos recuperables) equivalen a la totalidad de los recursos estimados para toda Europa occidental. Las shales pertenecientes a las cuencas de San Jorge y Austral, junto con la vasta cuenca Chaco-Paranense completan la totalidad de los recursos.En particular, las shales de las cuencas neuquinas son la roca madre de la mayor parte de los grandes yacimientos de la cuenca (ejemplo: Loma La Lata), se extienden casi a lo largo de la totalidad de la cuenca y son conocidos y evaluados durante más de 50 años. Su alto contenido orgánico (TOC) y su importante gradiente de presión lo convierten en potenciales grandes productores de shale gas. A diferencia de las otras shales en el país, su bajo "clay content" (contenido de arcilla) beneficia los procesos de fractura y facilitaría la explotación del recurso. Por otro lado, los distintos grados de madurez termal de las shales otorgan un abanico de productos posibles que van desde la ventana de petróleo (shale oil) en la parte este y sue de la cuenca a gas seco en el centro de la cuenca.
El reporte completo de los recursos mundiales de shales (incluyendo un capítulo especial para Argentina) pueden encontrarlo en el siguiente link perteneciente al Gobierno de Estados Unidos:http://www.eia.gov/analysis/studies/worldshalegas/pdf/fullreport.pdf
La opinión de los autores del blog:
El reporte presentado por el EIA no deja de ser más que el primer estudio serio del potencial de recursos shales en el mundo (que no es poco). Sin embargo, no tiene en cuenta las diferentes realidades económicas-políticas de cada uno de los países analizados. La Argentina es quizás uno de los mejores ejemplos de esto. No es que no creamos que el "descubrimiento" (en realidad se conoce su existencia hace más de 50 años) no son grandes noticias para el país, pero siendo sinceros creemos que todavía hay mucho camino por recorrer para convertirse en un país productor masivo de shale gas. Veamos algunos puntos a favor y en contra que tiene el país:
A favor: i) La matriz energética Argentina es altamente dependiente del gas natural y año a año es necesario recurrir a mayores importaciones a precios onerosos para cubrir el déficit de producción local. Es de esperar entonces que cualquier desarrollo que entregue nueva producción será altamente bienvenido. ii) Las shales (con la excepción de la cuenca Chaco-Paranaense) se encuentran localizadas en las mismas cuencas que se explotaron durante toda la historia del Oil&Gas Argentino, y por lo tanto cuentan con la infraestructura, el recurso humano y la cultura "lista" para la explotación de este recurso. iii) Durante todos estos años centeneres de pozos productores convencionales atravezaron estas formaciones de shales y por lo tanto se cuenta con abudante información geológica y geofísica. Asimismo, estos pozos podrían ser los primeros en funcionar como "laboratorios" simplemente punzando y fracturando las formaciones shales sobre pozos con producción convencional depletada.
En contra: i) El país esta altamente desfasado con los precios internos del gas natural. Como ejemplo, se paga la importación de gas licuado a un precio hasta 20 veces superior al precio que paga el cliente residencial. ii) No existen reglas claras y de largo plazo para que las empresas privadas inviertan en proyectos que requieren de larguísimos plazos de repago. Los mecanismos de Gas Plus y otras herramientas distorsivas del libre mercado no agregan más que incertidumbre. iii) La creciente conflictividad gremial auyenta la nueva inversión, los aumentos descontrolados de salarios exigidos por los sindicatos y la violencia experimentada en constantes protestas a lo largo del país desfavorecen la instalación de nuevas empresas, en particular las extranjeras.
En resumen, creemos en el potencial shale de la Argentina, y la importancia en su papel futuro. La rapidez con la que se logrará su introducción efectiva en la matriz energética dependerá de la posición que tome el Gobierno actual para otorgar confiabilidad, precios adecuados y reglas de largo plazo para el desembolso de importantes inversiones. El shale gas Argentino sin dudas hay que seguirlo de cerca.
Saludos Cordiales,
Equipo de Shales Argentinas
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